Definiciones
Safomasoquismo: Perversión consistente en atormentarse con poemas lésbicos.
Errático: Adj. Dícese de la situación con contenido sexual tudesco y variante o de la persona que la pone en práctica.
Astigmatismo: Fenómeno místico por el cual una persona adquiere milagrosamente cierta deficiencia óptica que, se aduce, padeció Jesús de Nazaret.
vejestorio sonetístico
Esta que amada fue, que fue querida,
cuyo recuerdo, os juro, se me borra,
tanto de mi vivió feliz de gorra,
cuanto yo de ella, pues así es la vida.
Lloró sin saber cuál fue su herida.
Quizá el llanto su pesar le ahorra
pues si siendo querida fue muy zorra,
ahora zorra, no llega ni a querida.
Si media luna sin islam pusiste,
por cierto de tu cruz me has liberado.
Ya otro será el arrepentido triste,
otro será quien te padezca y pene.
Porque yo en lo perdido ya he ganado
y que otro en su victoria se condene.
Fábula
No soy el ídolo juvenil tan esperado por México. No, es un hecho. Para comprobarlo, recuerdo cierta historia. Una amiga decía invitarme a sus fiestas por considerarme una enciclopedia semoviente. No creo necesario comentar que sus fiestas apestaban.
La vi por última vez en situación lamentable. Su madre, una mujer terrible y de un egoísmo extravagante, había decidido rentar el departamento donde vivía esta amiga. Poco a poco fue desalojando el departamento, pero la hija rehusaba abandonar su hogar.
Era Nochebuena. Ella me llamó asustada. Decía que su novio la espiaba por la ventana y que había golpeado sin motivo a varias personas. Supuse que quería llamar la atención solamente, y fui a su departamento con una botella para brindar. en cuanto la vi supe que algo apestaba. Era ella. Olía a excremento o a ropa muy sucia. Ya no tenía cama y dormía en cojines. Había adelgazado hasta demacrarse. Tampoco tenía vasos ni sacacorchos.
--Báñate --le dije.
--Préstame dinero para tomar un taxi e ir al departamento de mi papá a celebrar la navidad --contestó ella.
Le dije vagamente que no. Ella insistió en el dinero. Le propuse que tomara el taxi y que se lo cobrarían a su papá al llegar. Me hizo caso o fingió hacerme caso. No volví a verla.
Poco tiempo después, me encontré a su madre. Cuando le pregunté por su hija, serenamente, anecdóticamente, me sugirió que estaba esquizofrénica o en la antesala de la esquizofrenia. La madre era psicóloga.
Moraleja: Si eres esquizoide, no le pidas dinero a quien consideras una enciclopedia semoviente. Walt Disney no lo haría.