Friday, December 23, 2005

La tenue Medea (relato no navideño)


Dormías a mi lado. La emoción me impedía conciliar el sueño y me impedía quitarte los ojos de encima. ¡Sabrá Dios lo que soñabas!
Pensé en despertarte. Me detuvo el espanto: pensar en ese mundo frágil y fugitivo de tu sueño desbaratado súbitamente por un capricho banal: verte abrir los ojos o ver cómo arrugabas la nariz y te enredabas en la sábana para reconstruir tu sueño de entre las ruinas de otros sueños.
Bien visto, era terrible. Habrás, quizá, construido una o varias vidas, habrás forjado esperanzas quizá no vanas, habrás tejido escenarios minuciosos y sueños dentro de los sueños de quien no eres tú y que se te parece. Bastaba un beso en el cuello, un roce mínimo en tus caderas, y ese mundo se vendría abajo, acabaría con todas esas minúsculas criaturas, hechas para desaparecer, nacidas entre delirios y agonías y que en una noche agotan sus pequeñas tragedias. Eso pensé y eso me entretuvo.
Pero tú despertaste de pronto. Todavía amodorrada, sonreíste con ternura --sabrá Dios por qué: por encontrarme a tu lado quizá--, e incorporándote apenas, me diste un beso. Y sonreías y parecías musitar algo, que no se oyó, quizá porque las palabras cayeron en el sueño siguiente.

Felices fiestas

Envío a todos un abrazo y un sincero agradecimiento. Felices fiestas.

Friday, December 16, 2005

Dichos de Ferarpides



Entre los textos hallados en los basureros egipcios de oxirrinco, se encontró un enigmático fragmento papiráceo escrito por ambos lados (gracias a lo cual se puede fechar en alguna de las épocas de escasez), primero atribuido a Filóstrato, y luego reputado como Pseudo Filóstrato. En él se cuentan dichos de un filósofo o sofista del cual no había noticias. El griego usado en el texto es enredado y ya de gusto asiático, lo cual refuta ser de origen clásico. Las frases que parecen muy idiotas son, en realidad, complicadísimos juegos de lenguaje intraducibles y que, por tanto, se han vuelto inaccesibles incluso al mismo traductor.

Demetrio Falero, aristotélico, dio a concer una versión de los dichos de los siete sabios. Conociéndola y estimándola mala, se dijo que Ferárpides comentó:
Si Cleóbulo de Lindos, según Demetrio de Faleros, estableció que “la moderación es lo mejor”, y por tal enseñanza merece ser uno de los siete, bastará con que yo diga que ser lo mejor ya es bastante inmoderado. Además, si Pitágoras recomendaba no cagar en la comida, puedo, con mayor razón, recomendar que si se decide hacerlo, evite comérsela.

Y en otra ocasión dijo:
“Periandro de Corinto ha dicho que la temeridad es peligrosa. También el peligro lo es. También la sabiduría de Periandro”.

Comentan asimismo que un día, caminando por el ágora, un perro (enténdese un cínico) le gritó a Ferárpides: “Pon los pies en la tierra”. Y Ferárpides respondió: “Se me ensuciarían.” Y se fue levitando, según unos, y según otros tomó un taxi.

Friday, December 09, 2005

Sandeces

Definiciones

Safomasoquismo: Perversión consistente en atormentarse con poemas lésbicos.

Errático: Adj. Dícese de la situación con contenido sexual tudesco y variante o de la persona que la pone en práctica.

Astigmatismo: Fenómeno místico por el cual una persona adquiere milagrosamente cierta deficiencia óptica que, se aduce, padeció Jesús de Nazaret.

vejestorio sonetístico

Esta que amada fue, que fue querida,
cuyo recuerdo, os juro, se me borra,
tanto de mi vivió feliz de gorra,
cuanto yo de ella, pues así es la vida.

Lloró sin saber cuál fue su herida.
Quizá el llanto su pesar le ahorra
pues si siendo querida fue muy zorra,
ahora zorra, no llega ni a querida.

Si media luna sin islam pusiste,
por cierto de tu cruz me has liberado.
Ya otro será el arrepentido triste,

otro será quien te padezca y pene.
Porque yo en lo perdido ya he ganado
y que otro en su victoria se condene.

Fábula
No soy el ídolo juvenil tan esperado por México. No, es un hecho. Para comprobarlo, recuerdo cierta historia. Una amiga decía invitarme a sus fiestas por considerarme una enciclopedia semoviente. No creo necesario comentar que sus fiestas apestaban.
La vi por última vez en situación lamentable. Su madre, una mujer terrible y de un egoísmo extravagante, había decidido rentar el departamento donde vivía esta amiga. Poco a poco fue desalojando el departamento, pero la hija rehusaba abandonar su hogar.
Era Nochebuena. Ella me llamó asustada. Decía que su novio la espiaba por la ventana y que había golpeado sin motivo a varias personas. Supuse que quería llamar la atención solamente, y fui a su departamento con una botella para brindar. en cuanto la vi supe que algo apestaba. Era ella. Olía a excremento o a ropa muy sucia. Ya no tenía cama y dormía en cojines. Había adelgazado hasta demacrarse. Tampoco tenía vasos ni sacacorchos.
--Báñate --le dije.
--Préstame dinero para tomar un taxi e ir al departamento de mi papá a celebrar la navidad --contestó ella.
Le dije vagamente que no. Ella insistió en el dinero. Le propuse que tomara el taxi y que se lo cobrarían a su papá al llegar. Me hizo caso o fingió hacerme caso. No volví a verla.
Poco tiempo después, me encontré a su madre. Cuando le pregunté por su hija, serenamente, anecdóticamente, me sugirió que estaba esquizofrénica o en la antesala de la esquizofrenia. La madre era psicóloga.
Moraleja: Si eres esquizoide, no le pidas dinero a quien consideras una enciclopedia semoviente. Walt Disney no lo haría.