Tuesday, October 31, 2006

Higiene mental


No escribir cansa. Absuelto ya del sueño de popularidad y de las odiosas recriminaciones que llegaron a hacerme (hablo de los paladines de la cortesía que decían: sé mas considerado con tus visitantes, que a ellos les debes...), espero que el blog vuelva a serme amigable.
Dudaba del título. Recuerdo que cuando iba agripado a la escuela, siempre había una buena samaritana que "me llevaba aparte del grupo / amedrentada todavía", para decirme "te sonaste mal". Eso, desde luego, sólo significaba una cosa: tenía un moco visible. No me interesa hacer un examen lógico de la expresión (en rigor, sonarse mal ¿es dejar algo dentro? ¿o es dejarlo en el cuerpo? ¿o...?), ni hacer alarde de habilidades o de ineptitudes. Sólo me da curiosidad por qué ese prurito para exigir limpieza en el rostro. Los romanos tenían por vergonzosa cualquier actividad sexual con la boca, pues el rostro era la carta de presentación. ¿Por qué no los ilustrados generaron una etiqueta para el diálogo, para la razón? Sueño con esa edad dorada en la que nos llamarán aparte y nos dirán en secreto "se te salió un clisé", "te expresaste con un anacoluto", "usaste un ripio"... Pero eso no pasa en la realidad. Sólo pasa en los blogs. Y para colmo, los enmiendos son peores que el error que denuncian.