Tuesday, October 05, 2004

De los oficios

No, no tiene que ver con Cicerón. Simplemente me causan extrañeza ciertas frases: "somos el arquitecto de nuestros destinos". Todo bien, al parecer. Pero ese arquitecto trabaja sólo, sabe poco de cálculos, suele tener mal gusto, yerra, no tiene a un ingeniero que lo asesore. Por consecuencia, el tal edificio casi siempre es chipotudo, y como esas casas proletarias, en permanente obra negra, con las varillas de fuera, con la ilusión de un piso extra, de un acabado más lujoso, y la descorazonadora esperanza de que la familia crezca hacinada en rascacielos improvisados. Y claro: nadie lo ayuda. Es arquitecto, pero también peón, albañil, cargador. Para el catolicismo acaso somos los abogados de nuestros destinos, que preparamos una defensa razonable para el día del juicio final, una coartada: sólo los creyentes tiene coartada.

4 comments:

Israel G. Delgado said...

Y creo que en ciertos, casos, por ejemplo en presencia de un hijo inútil y un poco estúpido, el padre hace de abogado de oficio. ¿Y qué hay de los remedos de destinos? Julio Zavala, seguramente, es el arquitecto de un bosquejo, a lápiz y con manchas de mole, del destino de Julio Iglesias.

Anonymous said...

Where did you find it? Interesting read » »

Anonymous said...

Looking for information and found it at this great site... seroquel risperdal dietary supplements for infertility Minneasota hobbit travel pain relief taking ritalin Seiko digital watches catfight in bikini Waxing car windows Henna hair dye remover Revision rhinoplasty international Propecia without a presceiption

Badoo said...

Muy bueno felicitaciones